Como todas las cosas que nos proponemos en la vida, siempre habrá personas que nos animan o nos desaniman para tomar decisiones. El caso de los 33 mineros Chilenos de la mina de San José, no es la excepción, se presentó la tragedia y todos esperaban lo peor, nada de sobrevivientes y poca o ninguna posibilidad de rescate.
Pero saltó el líder, el presidente Chileno Sebastián Piñera, quien pocos días después de la tragedia, pudo constatar que los mineros se encontraban vivos, entonces a pesar de sus contradictores y escépticos, con su convicción y poder se lanzó a la empresa del rescate de los mineros y montó el “Campamento de la Esperanza”- ahí sí encontró seguidores con relativa credibilidad.
Allá adentro estaban los mineros a merced de su suerte, seguramente con alguna esperanza de sobrevivir, después de enterarse de los planes de rescate. Lejos de pensar que serían admirados y calificados como héroes.
Afuera estaban los que querían ser héroes (el presidente con su equipo de gobierno y los rescatistas), y marcar un hito en la historia de un rescate de unos mineros con casi 70 días de cautiverio en la mina San José.
El presidente Piñera arriesgaba el prestigio de su gobierno sí el plan de rescate fracasaba, caso contrario se apuntaría un espectacular triunfo, si la operación resultaba exitosa. Hasta allí estaba probando su gran liderazgo empresarial e inteligencia emocional. Como lo es él, presidente empresario exitoso.
Así entonces puso en marcha su plan de rescate, con fe, seguridad y confianza apropiando recursos económicos, su capsula fénix 2 y el talento humano necesarios para alcanzar el objetivo.
Al final un problema se convirtió en oportunidad y lo adversó en éxito. Todos salieron ganadores, el gobierno, el país y los mineros que se convirtieron en héroes y admirados por todo el mundo. Por supuesto el presidente también fue el gran héroe.
Tremenda lección de lo que es liderazgo, trabajo en equipo y aplicación de una planeación al pie de la letra prácticamente perfecta, la que nos dio al mundo el presidente Piñera.
Este es el ejemplo a seguir, para irnos al rescate no solo mineros si no de empresas y creación de las mismas, apoyados en un plan de negocios que debe seguirse al pie de la letra para lograr el tan anhelado éxito de parte de los emprendedores.
Si seguimos la lección, a partir de una idea sin importar cuantos contradictores o matadores de sueños se nos atraviesen en el camino, podremos emprender negocios y grandes empresas. Al final quien vence es el líder emprendedor, soñador con inteligencia emocional y trabajo en equipo.
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Ricardo Torres Gómez
Comprometido con tu éxito