La mayor parte de las personas son renuentes en tomar en serio el establecimiento de metas debido a pasados desconciertos.
Promesas de cambio o de logros de adolesencia, propositos de año nuevo y así susesivamente, pocos llegan a la edad clasica empresarial de 31 años sin recuerdos desagradables de promesas no cumplidas hechas a nosotros mismos.
No obstante lo anterior es posible establecer metas inclusos unas sumamente ambiciosas y sofisticadas sí aplicas los tres principios simples que te voy a enunciar:
1. Guiarse por la experiencia más que por la especulación
2. Elija metas de proceso más que metas finales
3. Cree sobre una base de fortalezas
Veamos en que consiste cada uno de estos principios: