Todo jefe no es líder, y peor aún si cree en ese adagio popular que dice “el jefe es jefe aunque mande mal” como también hay líderes positivos y líderes negativos.
Una de las cosas más importante dentro de un gran líder es el manejo de las relaciones tanto con los empleados como con los clientes, al fin y al cabo estos son el activo más importante para la supervivencia de una empresa.
Sin una buena relación no es posible alcanzar las metas propuestas por la organización la que a su vez sirve como medida para la permanencia de los empleados, llámense jefes o subalternos.
Por eso es importante el manejo de las buenas relaciones, tanto para las personas como para la empresa, a las primeras les ayuda en su desarrollo y a la empresa para su crecimiento. En ambos casos para la supervivencia o permanencia.
Es así como hay expresiones que ayudan a tener una buena relación con las personas que te rodean en tu trabajo y en la vida personal, tales como: Esta es lo que pienso, estaba equivocado, eso estuvo muy bien, de nada, ¿podrías ayudarme?, perdón entre otras.
Con lo que te he compartido hasta aquí, ahora te pregunto: ¿Quieres provocar un cambio en la vida de una persona? ¿Y en tu vida?
Así, que si estás interesado en tener una buena relación o mejorar la que tienes con tus empleados, te recomiendo tener en cuenta las expresiones que acabo de relacionar arriba, y otras más como te las voy a describir textualmente más abajo, las cuales encontré en un artículo escrito por Jeff Haden en soyentrepreneur.com
Estas son las 10 frases con algo de detalle, que los grandes líderes dicen pero antes que nada y cuando la conozcas, te invito a que tu también las digas todos los días a tus empleados, colegas, familia y a los que te importan.
- “Esto es lo que pienso”
“Estás a cargo, pero eso no quiere decir que eres más inteligente o perspicaz que todos los demás. Justifica tus declaraciones y decisiones con lógica, no con autoridad.
A pesar de que pueden surgir discusiones o críticas debido a tus decisiones, esto también puede ayudar a que pienses mejor las cosas. La autoridad puede hacer que “tengas la razón”, pero la colaboración hace que todos estén bien y se unan.
- “Estaba equivocado”
Una vez se me ocurrió un plan que según yo era muy bueno para mejorar la productividad en la empresa. Yo creía que si movía el turno de un grupo de personas las cosas podían mejorar. Era obvio que los empleados iban a estar inconformes, pero las ganancias parecían valer la pena. En papel era el plan perfecto. En la práctica no.
Una semana después me reuní con estas personas y les dije “Sé que pensaban que esto no iba a funcionar, y tenían razón. Estaba equivocado, van a regresar a su turno original”. Me sentí muy mal y estaba seguro de que había perdido el respeto que me tenían.
Resultó que también en eso estaba equivocado, ya que más tarde un empleado me dijo “Realmente no te conozco, pero el hecho de que estuvieras dispuesto a admitir que estabas en un error me dijo todo lo que necesitaba saber». Cuando estás equivocado, admítelo. No perderás el respeto, lo ganarás.
- “Eso estuvo muy bien”
Nadie obtiene suficientes elogios. Es un regalo que no le cuesta nada al que los da, pero que son muy valiosos para el que los recibe. A pesar de que sea algo que pasó hace un mes, el hecho de que felicites a una persona quiere decir que fue lo suficientemente importante como para que te acordaras. - “De nada»
¿Alguna vez has dado un regalo y percibiste que la otra persona se sintió incómoda por eso? ¿Su reacción te quitó algo de la diversión? Lo mismo pasa cuando te agradecen o te hacen un cumplido. No arruines el momento o la diversión de la otra persona. Ser el centro de atención tal vez te haga sentir inseguro o intranquilo, pero todo lo que tienes que hacer es ver a la persona a los ojos y decir “gracias” o “de nada, me dio gusto hacerlo”. No dejes que los agradecimientos y felicitaciones sean sólo para ti, incluye a otras personas. - “¿Podrías ayudarme?»
Cuando necesitas ayuda, sin importar de qué tipo sea o de la persona, sólo pídela de forma humilde y sincera. Te prometo que obtendrás la ayuda que deseas. En el proceso mostrarás vulnerabilidad, respeto y disponibilidad para escuchar, las cuales son grandes cualidades de un líder y amigo. - “Perdón»
Todos cometemos errores, así que usualmente nos disculpamos por palabras, acciones, omisiones, fallas al defender algo, mostrar apoyo, etcétera. Nunca digas perdón seguido de expresiones como “Pero estoy muy enojada/o porque…” o “Pero pensé que estabas…” o cualquier otra declaración que le dé algún tipo de culpa a la otra persona. Pide perdón, explica por qué y recibe toda la culpa. Así ambos podrán comenzar desde cero. - “¿Podrías enseñarme?»
El consejo es temporal, el conocimiento es eterno. Saber lo que se debe hacer ayuda, pero saber cómo o por qué hacerlo es todo. Cuando pides que te enseñen algo, muchas cosas pasan: mostrarás que le tienes respeto a la persona que te da el consejo, que le tienes confianza a su experiencia, habilidad y visión, además de que evaluarás mejor el asesoramiento. - “Déjame ayudarte»
Mucha gente ve el pedir ayuda como una muestra de debilidad. Así que algunos no se atreven a pedir ayuda a pesar de que la necesitan. No sólo preguntes “¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?”. Mucha gente te dará una versión de “No, sólo estoy viendo” o “No, estoy bien”. Sé específico. Di “Tengo algunos minutos, ¿quieres que te ayude a terminar eso?”. Ofrécelo de una forma en la que se sienta colaborativo, sin que se vea de mal modo. Muestra el comportamiento que quieras que tu empleados muestren también. - “Te quiero»
No, en el trabajo no, pero en el lugar que lo sientas y cada vez que lo sientas. - “Nada»
A veces lo mejor es no decir nada. Si estás enojado o frustrado, mejor quédate en silencio. Tal vez pienses que decir lo que piensas te hará sentir mejor, pero no es así. Eso es cierto especialmente cuando los empleados están preocupados.
Los resultados vienen y van, pero los sentimientos duran para siempre. Antes de hablar, pasa más tiempo considerando lo que pueden pensar y sentir los empleados que evaluando si la decisión tiene sentido. Puedes recuperarte de un error en la información, pero nunca podrás retractarte del daño que le hiciste al autoestima de alguien. Quédate callado hasta que sepas exactamente lo que debes decir y cómo afectarán tus palabras”.
Finalmente te invito a que tomes acción aplicando estas frases para el desarrollo de tu liderazgo, a que me envíes tus comentarios como también si te fueron útiles.
Ricardo Torres G.
Comprometido con tu éxito