La comunicación es la parte más crítica o sencible de cualquier relación ya sea personal, profesional o empresarial. La comunicación efectiva empieza con saber escuchar para tener claridad de lo que se desea expresar u ordenar a través de la palabra, la cual de acuerdo a los preceptos bíblicos tiene poder. Así que una comunicación efectiva contribuye en un alto porcentaje en el éxito personal, profesional o empresarial.
Es fundamental que tengas la capacidad de hacer fluir la información correctamente, sin cuellos de botella en los canales. Saber comunicar es todo un arte.
Con la comunicación hablada o escrita, lo que se busca es el logro de objetivos y metas de la empresa, por lo tanto esta debe ir acompañada de un conocimiento previo de la situación con hechos y datos que nos permitan medir los resultados esperados.
En la comunicación suele hablarse del telefono roto, modalidad muy utilizada por aquellos empleados del rumor del pasillo a lo que están siempre expuestas todas las direcciones de las empresas.
El comunicador teiene que ser, preciso, rápido y conciso sin utilizar mucha demagogia para exprersar lo que quiere o espera la empresa de sus empleados en cuanto a los resultados esperados. Al final podremos saber sí la comunicación ha sido efectiva, en un escenario de normalidad cuando se han alcanzado las metas y objetivos desde la tarea más pequeña. Lo mismo ocurre con las actividades extralaborales como una reunión social organizada por la empresa, a la cual acuden puntualmente todos los invitados. Pues quien lo creyera he visto organizaciones donde los empleados son apaticos hasta para asistir a este tipo de eventos. Porque no hay buena comunicación en la empresa y por ende no la llevan bien con sus jefes.
A mi me parece que la buena comunicación es parte fundamental del éxito; ¿que tal un jefe o un gerente que no sepa expresarse correctamente con sus empleados? obviamente que no podría lograr las metas que le exige la empresa.
Lo bueno es que la buena comunicación se aprende, sólo tenemos que tener claro cuales son nuestras limitaciones o puntos débiles para tomar los correctivos y prácticar, prácticar y prácticar. Pero todo esto se facilita también con la experiencia.
Finalmente, con las siguientes preguntas te quiero inivtar a una autoreflexión:
¿eres tan bueno escribiendo como hablando? ¿Cuáles son tus fortalezas y debilidades? Identifica tus áreas de oportunidad y fortalece todos tus puntos blandos.
Por último sí este artículo te ha sido útil dejame tus comentarios.
Ricardo Torres G.
Comprometido con tu éxito