Alguna vez te has preguntado ¿por qué fracasan esas empresas que has visto abrir? Yo también he visto abrir muchas empresas y también la prontitud con la que son cerrados porque fracasan; por eso me he preguntado ¿cuáles son las razones por las que fracasan las empresas en sus primeros años?
Estudios especializados indican que, en promedio el 80 por ciento de las empresas fracasan antes de los cinco años y que el 90 por ciento de ellas no llegan a los diez años.
Lo cual significa en términos absolutos, que ocho de cada diez empresas no llega a los cinco años y que nueve de cada diez no llega a los 10 años.
Entre las razones que he encontrado y por las cuales fracasan los empresarios, relaciono las siguientes:
Desconocimiento del mercado, falta de diferenciación, falta de capital necesario, falta de liderazgo y dirección, falta de control del flujo de caja, no cuentan con un sistema contable adecuado, altos niveles de endeudamiento, conflictos familiares, mucha delegación en los empleados y poco control, generan más gastos que ingresos, manejo inapropiado de los activos circulantes, falta de planeación.
En los negocios de las empresas casi todo está inventado, lo más importante para la supervivencia es saberle llegar al consumidor para resolverle un problema o satisfacerle un deseo.
De ahí que la única fuente inagotable de recursos económicos son los consumidores o clientes, los que generan los ingresos operacionales de la empresa.
No se trata de inventar la rueda, sino en agregar valor que caracterice el producto o servicio, como puede ser la manera como se sirve, como se atiende, la calidad en el servicio, el buen manejo de las relaciones familiares, y con el cliente, con los empleados y con los proveedores.
Desde el punto de vista del manejo de los recursos (activos) tanto tangibles como intangibles se requiere un manejo racional, no se trata de manejar grandes inversiones que sobrepasen las necesidades de la empresa como por ejemplo: gastos excesivos en arrendamiento, instalaciones, y por el lado de inversiones, planta y equipo innecesarios.
En las finanzas, el desconocimiento de parte del empresario del punto de equilibrio o ventas requeridas para atender los gastos y costos totales de la empresa; sobre todo si estos son excesivos, como también si hay altos niveles de endeudamiento.
Todo lo que te presentado son señales que debemos interpretar para evitar caer en los errores que otros ya cometieron y por los cuales fracasan las empresas en sus primeros años.
Siempre me ha llamado la atención descubrir las causas que originan el fracaso de las empresas en sus primeros años, para ayudarles a que no caigan en el error y puedan alcanzar el éxito.
Es así que he buscado las acciones preventivas y remediales que deben tener en cuenta los empresarios para evitar el fracaso.
Para ello me apoyo en la teoría relacionada con habilidades y estrategia gerencial para ayudar a que los empresarios puedan alcanzar el siguiente nivel que les ayude a consolidar su empresa.
Para complementar la teoría sobre las causas relacionadas en este post, a continuación describo textualmente las 10 causas de por qué fracasan las empresas en sus primeros años, que encontré en holded.com
“1. Empezar por la razón equivocada
La verdad es que muchas empresas se crean por la razón equivocada. Pongamos un ejemplo ficticio que fácilmente podríamos encontrar en la realidad. Un electricista que trabaja para una empresa de construcción decide que ya no quiere responder ante nadie y que podría hacerlo mejor trabajando por su cuenta.
Hasta aquí bien. Fruto de la conciencia emprendedora que nos acompaña. Pero esta persona quizás no se ha dado cuenta de que aunque posee las habilidades para hacer un buen trabajo en el terreno de la electricidad, carece de habilidades para manejar un negocio con éxito. Con el tiempo su entusiasmo inicial irá disminuyendo. Al final cerrará su empresa y volverá a trabajar para el mismo u otro empresario.
A diferencia del electricista, si creamos una empresa por las razones adecuadas tendremos muchas más posibilidades de éxito. Por ejemplo, haber dado con el producto o servicio que la sociedad está demandando y que facilitará la vida a un determinado sector de la población.
- No contar con el capital necesario
Crear una empresa sin suficiente capital nos llevará, casi con total seguridad, al fracaso más rotundo. Pero no solo eso, muchos propietarios de nuevos negocios subestiman los peligros del cashflow. Antes de empezar necesitamos darnos cuenta del tiempo que pueden tardar nuestros clientes en pagarnos las facturas. Un tiempo demasiado elevado para muchos empresarios que son forzados a asumir costosos préstamos solo para sobrevivir.
Debemos hacer bien las cuentas de la cantidad de dinero que necesitaremos para comenzar un negocio. Y pensaren los siguientes tres aspectos:
- La inversión inicialque requiera el negocio. Aquí tendrás que incluir gastos de apertura del local, compra de mercancías, fianzas, licencias y trámites, gastos de constitución de empresa, etc.
- Losprincipales gastos corrientes que necesite tu negocio durante el primer año (o dos). Alquileres, sueldos, recibos de luz, teléfono, agua, seguros, etc.
- Intereses que genere la financiación obtenida.
- Planificación errónea
La falta de planificación es otra de las causas más comunes por las que fracasan las empresas en sus primeros años. En muchas ocasiones, los empresarios estamos tan enfocados en lograr cumplir nuestro sueño que nos olvidamos de la importancia que tiene elaborar un minucioso Business Plan.
En él deberás incluir cuestiones como el análisis de la competencia, previsiones de ingresos y gastos, presupuesto y estrategia de marketing.
- Falta de liderazgo y dirección
Contar con las suficientes habilidades de dirección y liderazgo es fundamental para el éxito de cualquier negocio. De hecho, la falta de ellas puede llevar a generar confusión y conflicto en el interior de la compañía, minar la moral de los trabajadores y reducir la productividad.
Como todas las habilidades, estas también se pueden aprender. Asegúrate de fortalecer aquellas en las que sabes que tienes más debilidades. En “5 claves para liderar tu empresa con éxito” puedes aprender algunas tácticas de liderazgo y dirección para mejorar la forma de relacionarte con tus empleados.
- Expansión incontrolada
Más de una empresa ha muerto de éxito. Y no se trata de algo que ocurra en pocas ocasiones, sino que suele más frecuente de lo que nos imaginamos. Sucede cuando los resultados del negocio son mucho mejor que los esperados y el propietario apuesta por la expansión sin control.
Para asegurarte de que esto no te pase, decide expandirte solo después de revisar cuidadosamente cada detalle. ¿Quieres internacionalizarte? Analiza el nuevo mercado, estudia a los consumidores, a los posibles competidores que tendrás, si el país cuenta con la mano de obra especializada que necesitarás, qué instalaciones necesitarás y cuál es su precio, etc.
Y no te precipites. Los pasos lentos pero firmes gana siempre la carrera de los negocios.
- Fallos en la publicidad
Muchas empresas fracasan porque no se publicitan. Este error es la consecuencia de un tipo de mentalidad: “Los buenos productos se venden solos”. Nada más lejos de la realidad. ¿Si nadie te conoce, cómo van a acudir a ti? Tienes que llegar al consumidor..
- Falta de diferenciación
Se trata de establecer una proposición de valor, del término anglosajón Unique Value Proposition, que es tu diferenciación respecto a la competencia. Debes describir las cualidades, características, productos o servicios que diferencian tu negocio de los competidores y que suponen un valor añadido para el publico objetivo.
El problema es que muy pocas empresas tienen una proposición de valor o no saben mostrarla al público. De nuevo, este error viene marcado por las prisas y falta de planificación del empresario. Algo que puede resolverse fácilmente con un buen plan de negocio.
- Incapacidad para delegar
Los empresarios a menudo pueden llegar a ser sus propios enemigos cuando tratan de hacerse cargo de todo ellos mismos. Y es que existe la confusión de creer que nadie hará las cosas mejor que uno mismo o que si quieres que algo se haga, tienes que encargarte tú. Lo más común es que esta actitud nos lleve a cansancio extremo e incluso a la desilusión si las cosas no salen como esperábamos después de un esfuerzo prolongado.
La solución: aprende a delegar. Contrata a otros, expertos en sus campos, mientras tú te concentras en las tareas que contribuyan al crecimiento de la empresa como preparar a otros para posiciones de liderazgo.
- Modelo de negocio no rentable
Solo porque tienes una idea de negocio sobre la que estás emocionado no significa que sea una buena idea. Aquí es donde es importante tener un buen plan de negocios y haber hecho una investigación de mercado en profundidad. Buscar asesoramiento externo también puede ser una buena idea.
Es bueno que te hagas preguntas como: ¿Existe una base de clientes para este producto o servicio? ¿Cuánto tiempo se tarda en llevar el negocio al mercado y a qué coste?
- Subestimar a la competencia
Incluso si tienes un modelo de negocio sólido, un montón de fondos para empezar con libertad y las habilidades de gestión necesarias para tener éxito, aún te queda superar un desafío enorme: la competencia.
Para aumentar la probabilidad de éxito, realiza un análisis del mercado haciendo énfasis en la competencia. Evalúa sus fortalezas y debilidades y aprende de ello, implementa mejoras para conseguir una ventaja competitiva.»
Ricardo Torres G.
Comprometido con tu éxito