En estos días que el año está por terminar, comenzamos a elaborar la lista de las metas y objetivos cumplidos. Creo que a la mayoría nos pasa que de la lista, nos quedan más metas por cumplir que las cumplidas.
Ese resultado puede llegar a desanimarnos y probablemente abandonemos los objetivos que nos hemos propuesto porque comenzamos a escuchar esa vocecita que nos dice que somos incapaces y peor aún que somos unos fracasados.
Yo también he vivido situaciones difíciles en la que me pareció no encontrar la salida para encontrar las soluciones, pero lo que he hecho es insistir con mis objetivos, hacer oídos sordos a los necios incrédulos y creer que con la ayuda Dios todo se puede.
No se trata de pensar que del cielo van a caer los billetes para resolver mis problemas y necesidades, se trata de plantear metas claras, capacitarse, plantear objetivos alcanzables y tener confianza en uno mismo y pensar que Dios me dará la guía y el camino para encontrar la solución.
A mi personalmente el fracaso no me desanima a pesar que he tenido varios, por el contrario me ha enseñado, me ha fortalecido y me ha dado fuerzas para levantarme y recuperarme.
Estas enseñanzas también me han servido para transmitirle a mis hijos que el fracaso no es el resultado final, sencillamente es una manera de aprender y que hay que saber afrontarlo para que sus sueños no sean truncados.
El éxito y el fracaso es un tema que atañe a todas las personas, permanentemente estamos pensando en estos dos aspectos y de manera más recurrente en estos días que el año está por terminar para lo cuál nos preguntamos si ganamos o perdimos el año.
Precisamente encontré un artículo relacionado con el fracaso cuyo título “Nunca dejes que el fracaso determine tu futuro” el cual me voló la cabeza dado a que se refiere a lo que permanentemente tu y yo estamos haciendo para alcanzar el éxito, pero por causa de ese gusanillo del fracaso que nos hace bullying, no podemos lograr el éxito.
Este es el articulo escrito por Pedro Sifontes Coach y conferencista publicado en Renuevo de Plenitud, el cual transcribo textualmente.
“En esta semana he estado experimentando una sensación de fracaso en mi vida, y es que cuando se trata de vivir y liderar hay momentos en los que sentimos que no estamos alcanzando los resultados que deseamos. Lo bueno es poder recordar que el fracaso no es mi final y que tampoco es para siempre.
El fracaso no determina mi éxito, tampoco mi mañana. Hay personas que han fracasado y luego han conseguido el éxito, mientras que hay personas que han logrado el éxito y luego han fracasado. Así que ni el fracaso ni el éxito determinan mi mañana solo mi fe y mi mentalidad.
¿En dónde colocas tu confianza? ¿Cuáles son tus pensamientos cuando fracasas?
Me encontré con el significado de fracaso de acuerdo a uno de los entrenadores más famosos de futbol americano de la NFL, Vicent Lombardi.
Fracaso no es sinónimo de ser fracasado… Significa, que todavía no obtuviste éxito.
Fracaso no significa que no lograste nada… Significa, que aprendiste algo nuevo.
Fracaso no significa que actuaste como un necio… Significa, que no tuviste mucha fe.
Fracaso no significa que sufrimos descrédito… Significa, que estuvimos dispuestos a probar e intentarlo.
Fracaso no es sinónimo de falta de capacidad… Significa, que debemos hacer las cosas, de distinta manera la próxima vez.
Fracaso no significa que somos inferiores… Significa, que no somos perfectos.
Fracaso no significa que perdimos la vida… Significa, que tenemos buenas razones para empezar de nuevamente.
Fracaso no significa que tengamos que echarnos para atrás… Significa, que tenemos que dar un paso adelante y luchar con mayor ahínco.
Fracaso no significa que jamás lograremos nuestras metas… Significa, que tardaremos un poco más en alcanzarlas.
Fracaso no significa que Dios nos haya abandonado… Significa, que él tiene una idea mejor para nosotros y que tendremos otra oportunidad.
Puedes ver que el fracasar no nos hace un perdedor, lo que nos hace un perdedor es quedarnos en el fracaso.
Cuatro cosas que quiero recordarte:
– El fracaso es un evento que pasa y también le ocurre a las mejores personas. No temas fracasar. Todo líder asume riesgos.
– Cada vez que fracases no andes buscando excusas ni señalando culpables. Todo líder asume responsabilidad.
– Está siempre dispuesto a aprender del fracaso. Haz los cambios necesarios y evita que esto ocurra nuevamente. Todo líder es un aprendiz.
– Deja el fracaso en el pasado y avanza hacia tu futuro. Si sigues abrazando el fracaso no podrás ver lo bueno que Dios tiene para ti.
Hay una definición de fracaso que dice: “Fracaso es sinónimo de no haberlo intentado…”
¿Qué cosas necesitas seguir intentando?
Disfruta tu vida hoy, no dejando que el fracaso controle tu vida y tus emociones.”
Ricardo Torres G.
Comprometido con tu éxito