Los empleados Ordinarios y los Extraordinarios

Seguramente te ha acorrido muchas veces cuando llegas a comprar un producto o servicio y el dependiente te atiende con muy poco agrado y hasta displicente, no se por qué algunos lo primero que hacen antes de atender es echar la mirada al piso; como quien dice… ¡veamos a ver que tipo de zapatos trae este tipo y así lo atiendo¡ Y por si acaso lo atienden a la primera pregunta le contestan no hay, sin explorar su necesidad.

No se si también lo habrás notado pero este es un comportamiento muy típico en los almacenes de ropa. Pero este no es el problema para ti que eres un potencial comprador, pues si no te atienden bien desde el principio buscaras donde te puedan atender, la venta se la están perdiendo ellos. Lo más grave es que el dueño o los socios del negocio que sí les interesa vender y harán lo que sea para no dejar ir al cliente, muchas veces no se dan cuenta del comportamiento de sus dependientes y de las ventas que están perdiendo.

extraordinario

Así que a mi me parece que este es un problema de actitud y falta de sentido de pertenencia de algunos vendedores por cierto muy ordinariosque a demás no saben qué es atención al cliente y el dañó que le están haciendo a la empresa al perder prospectos y futuros clientes sencillamente por una mala atención.

Claro está que también hay muy buenos vendedores y son esos que hacen más de lo que les corresponde, “ese pequeño extra” y cualquier gerente o dueño de empresa desearía tener entre sus colaboradores. Esas son las personas extraordinarias que le hacen mucho bien al cliente y a la empresa. Para ilustrarte mejor te transcribo textualmente un artículo que encontré en una reflexión de renuevodeplenitud.com que nos enseña la diferencia entre lo Ordinario y lo Extraordinario, en una historia muy amena.

“Una maestra de Oregón fue a una tienda Nordstrom para comprar un folleto de un dólar de cómo enlazar bufandas.

La empleada le dijo que los folletos se habían agotado. Cuatro semanas más tarde, la maestra revisó su correo y, para su sorpresa, observó que le habían enviado dos folletos en forma gratuita.

Este gesto la convirtió en una clienta fiel de Nordstrom, aunque el negocio no tenía lo que ella quería la primera vez que fue.

Sin embargo, esa no es toda la historia. No existe una tienda Nordstrom en la ciudad donde vive la maestra. Ella manejaba doscientos cincuenta kilómetros de ida y vuelta para comprar en ese negocio que se tomó el tiempo y la molestia de compensarla por el hecho de no tener un folleto simple y barato.

A veces no podemos dar a nuestros clientes o compañeros de trabajo lo que quieren con exactitud. Pero la forma de actuar para arreglar un error o una omisión puede crear tal sentido de lealtad y satisfacción que el cliente sentirá como si hubiesen cumplido con su pedido.

¿Qué recuerdan los clientes de usted del momento en que no pudo cumplir con un pedido? ¿Solo que no pudo proveerles lo que querían? ¿O quizá, la forma creativa y servicial en que cambió la situación en positiva?

La diferencia entre lo ordinario y lo extraordinario es ese pequeño extra.

Gálatas 6:9
No nos cansemos, pues, de hacer bien, porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.”

Ricardo Torres G.
Comprometido con tu éxito

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