Las pandemias no discriminan, afectan sin ninguna consideración a gobiernos de países pobres, no menos a los países ricos. Todo porque su afectación recae masivamente sobre su población con el agravante que ningún país está preparado para atender una catástrofe de grandes dimensiones, como ésta.
Es así que los directamente afectados con la epidemia son las personas, origen de la familia, la sociedad y el estado. Y como una caída de naipes si la población se enferma, la familia, las empresas y el estado entran en crisis.
Es bien sabido que el Covid- 19 nos ha metido en una crisis que está afectando la salud, la convivencia, la libertad, el empleo y la productividad.
El distanciamiento social y el confinamiento está afectando directamente a las personas y al igual que sus relaciones sociales y por ende a las empresas cuya producción ha bajado de manera ostensible, debido a que las personas deben quedarse en casa.
El problema de la crisis es que las personas no podrán quedarse en casa por tiempo indefinido, más tarde que nunca tendremos que salir a trabajar y seguir produciendo para el sustento de nuestras familias y la recuperación de la economía.
Mientras tanto los negocios se están viendo impactados, por la baja en sus ventas, dificultades para atender sus compromisos financieros y con proveedores. Cuyos efectos económicos de corto plazo tendrá sus consecuencias a largo plazo que no eran esperadas.
Efectos originados por las restricciones de viaje y las cuarentena que afecta a cientos de millones de personas que han dejado a las fábricas, interrumpiendo las cadenas de suministro justo a tiempo y desencadenando advertencias de ventas de tecnología, automotriz, bienes de consumo, farmacéuticas.
Los precios de los productos básicos han disminuido en respuesta a una caída en el consumo de materias primas y las empresas ya están considerando reducir su producción.
La movilidad y las interrupciones en el trabajo ha llevado a marcados descenso de consumo de bienes suntuarios, la recreación, el esparcimiento y el turismo.
La prioridad está centrada el en consumo de productos de la canasta familiar, atender el pago de servicios públicos y las deudas con los bancos. En consecuencias los menos afectados por ahora han sido las tiendas de productos de consumo, pero es probable que las empresas de servicios públicos y los banco se van a ver mayormente afectadas si no hay una pronta solución a la crisis.
En general, el crecimiento del PIB de los países se va a reducido ostensiblemente, sobre todo en los países más pobres cuyas economías son frágiles, con sistemas de salud débiles y, por lo tanto una menor resistencia a las pandemias.
Muchos países carecen de capacidades de vigilancia, diagnóstico y hospital para identificar, asistir y tratar pacientes durante el brote.
Los sistemas débiles en cualquier lugar son un riesgo para la seguridad de la salud en todas partes, lo que aumenta la posibilidad de contagio y las consecuencias sociales y económicas resultantes.
Y si está crisis que está afectando a la población y por ende a las empresas, entonces estás que cuentan con las posibilidades económicas , ¿deberían invertir en la resiliencia pandémica?
“Las epidemias y las pandemias son, por lo tanto, un riesgo comercial independiente, así como un amplificador de las tendencias y vulnerabilidades existentes. A largo plazo, el Covid- 19 puede servir como una razón, además de las regulaciones proteccionistas y las necesidades de eficiencia energética, para que las empresas reevalúen la exposición de su cadena de suministro a regiones propensas a brotes y se reconfiguran regionalmente.
Es probable que las empresas también tengan que lidiar con la intensificación de los riesgos políticos, económicos y de seguridad sanitaria.
Más allá de las preocupaciones estándar relacionadas con al continuidad operativa del negocio, la protección de los empleados y la preservación del mercado, los negocios, y los países, deben analizar nuevamente su exposición a interdependencias complejas y en evolución que podrían agravar los efectos de las pandemias y otras crisis.
Dado el ciclo de pánico y negligencia de la preparación para una pandemia, una vez que el Covid-19 esté contenido, es probable que gran parte del mundo regrese a la complacencia y permanezca poco preparado para el próximo brote inevitable.Las empresas que inviertan en resiliencia estratégica, operativa y financiera a los riesgos globales emergentes estarán mejor posicionadas para responder y recuperarse.
Esa deberá será la visión del futuro en salud preventiva por parte de las empresas. Lo que hemos visto por ahora son algunas acciones filantrópicas remediales de algunas organizaciones y corporaciones entregando millonarios aportes económicos al gobierno para ayudar con la infraestructura hospitalaria e insumos de bioseguridad para ayudar a mitigar la crisis del Covid- 19.
Adaptado de “Impacto del coronavirus Covid-19 en los negocios. Por Richard Smith -Bingman en marsh.com
Ojala, que está crisis que nos ha traído esta pandemia sirva de experiencia para que los gobiernos y las empresas se preocupen por la salud de la población, desprivaticen los servicios de salud, se rompa con la corrupción y sobre todo que se creen presupuestos para la salud preventiva y se ejerza un estricto control a las empresa y a las entidades prestadora de servicios de la salud.
Espero con este post ayudarte a reflexionar sobre la situación que están viviendo los negocios por la crisis ocasionada por esta indeseable pandemia, pero que no nos debe agobiar ni llenar de temor. Más bien pensar en las estrategias que se deben implementar para mitigarla.
Esta crisis pasará y todos tendremos que aportar para levantarnos de las cenizas y la oscuridad que ha traído esta inesperada crisis.
Ricardo Torres G.
Comprometido con tu éxito