Ser empresario es una tarea bastante difícil que requiere mucha dedicación y conocimiento. El entusiasmo o pasión para los negocios no son suficientes. Se necesita además tener la disposición de trabajar en equipo y manejar la presión que genera el negocio en su actividad empresarial: los clientes, los empleados, el producto o servicio y los proveedores.
El entusiasmo y la pasión por lo que haces ayudarán a que tus fuerzas no sean reducidas. No seas como dice el proverbio “Sí flaqueas en día de la adversidad, tu fuerza quedará reducida” Sí flaqueas serás de baja calidad al no poder soportar la presión de la adversidad.
La adversidad está relacionada con todos los problemas originados en la actividad empresarial y no puedes permitir que te lleven al estrés. Hay una diferencia entre estar bajo presión y experimentar estrés, aunque en varios aspectos son similares. Lo importante es que puedas ver la adversidad como una oportunidad de mejoramiento de productos o servicios, incrementar ventas y mantener los clientes.
Así podrás demostrar cual es tu tipo de liderazgo: el proactivo o el reactivo.
El líder proactivo es el que mira hacia adelante para ver lo que viene. Estos se colocan así mismos y a los demás, bajo presión para lograr las metas y así evitar un desastre.
El líder reactivo, reacciona al desastre después de ocurrido, lo cual produce estrés. La persona reactiva es aquella que no se presiona y en consecuencia tiene que reaccionar todo el tiempo a los problemas y vivir permanente bajo estrés.
El estrés proviene de padecer una sobrecarga que genera la sensación de estar atrapado en un túnel sin poder ver el final y tampoco poderse devolver o aplazar las cosas, a tal punto que todas las acciones se conviertan en urgentes.
Por el contrario la presión te deberá servir para exigirte más y disciplinarse, la presión deberá ser una elección propia. Como en los deportes, que los deportistas se esfuerzan al máximo para alcanzar una meta; en los negocios debemos procurar coordinar esfuerzos y recursos para obtener logros.
La presión es una imposición que te debes hacer si quieres alcanzar algo valioso. Entonces es ejerciendo un liderazgo proactivo y presionándote correctamente como puedes soportar la presión de la adversidad en los negocios.
Adicionalmente con una presión correcta para alcanzar los propósitos y sueños, podrás disfrutar de los beneficios que te relaciono a continuación:
1. Hacer lo que es moralmente correcto.
La presión más valiosa y más valida es la que imprimimos a nosotros mismos.
2. Disfrutar de la presión
Así podrás seguir tus visiones y sueños, venciendo los obstáculos, alcanzando las metas.
3. Cristalizar lo que te propones.
Las personas que no se presionan a si mismas generalmente nunca alcanzan algo.
4. Aprender a canalizar los deseos y las ideas en proyectos.
Así lograras concretar tus proyectos que pueden mantener en marcha tu negocio o empresa.
5. Alcanzar triunfos propios.
Así valoras aún más lo que eres y lo que logras en la vida.
Finalmente te invito a poner en práctica un liderazgo proactivo para que puedas disfrutar de los beneficios que te estoy relacionando y puedas alcanzar el éxito que tanto estás deseando con tu negocio.
Ricardo Torres G.
Muchas gracias leer éste artículo me ayuda a enfocarme más. En ver las cosas como retos personales en lugar de pensar que sólo es sacar la chamba y ya sino en vislumbrar un panorama en donde yo crezco y abarco más cosas, coordino y delego.
Un consejo que a nivel laboral puedo compartirles es que de cada persona que conozco y tengo una relación laboral me enfoco en que de manera rápida les detecto todas sus cualidades y habilidades y las utilizo para beneficio del trabajo mismo ésto en lugar en sólo detectar defectos o fallas. De ésta manera puedes hacer un diagrama mental de qué personas te benefician en qué áreas y concretar en un aumento en la productividad evitando así stress de las personas que hacen cosas con las que no se sienten a gusto y áres en las que no pueden desarrollarse y no son buenas. Es mejor detectar para que son buenas y evitas mal ambiente, stress y frustración laboral.