Ningún recurso empresarial es tan escaso y apetecido como el efectivo, por esa razón es que los empresarios y directivos le brindan una atención preferente a este apreciado bien que es el dinero.
Dicha reflexión aplica a todo tipo de empresa grande o pequeña; pero por lo que he observado pareciera que los emprendedores y dueños de pequeños negocios no le prestan la debida atención a este importante recurso. Lo cual pone en un alto nivel de riesgo la permanencia del negocio.
Basta ver que muchos negocios no cuentan con un sistema de contabilidad apropiado que le permita registrar en caja el efectivo recibido por concepto de las ventas, y sí cuentan con un sistema no llevan un control adecuado sobre las entradas y salidas de efectivo.
Lo primero que debe hacer un administrador o dueño al finalizar la jornada diaria, es cuadrar el efectivo teniendo en cuenta el siguiente procedimiento: Saldo inicial de caja (base), más las ventas menos las compras y gastos del día. El resultado deberá ser igual al efectivo contante y sonante es decir el efectivo físico y real.
Desde el punto de vista financiero, administrativo y contable el procedimiento que te acabo de enunciar a demás de cuadrar el efectivo, permite conocer los movimientos de entradas (recepción) y salidas (pago) para elaborar el presupuesto de caja, conocido también como Cash Flow.
Ahora, debemos preguntarnos ¿cuál es el monto adecuado de efectivo que debe mantener la empresa?
Precisamente, hay que cuadrar el efectivo diariamente, por que es un recurso escaso y hay que manejarlo de manera inteligente para evitar la quiebra.
Adicionalmente con el efectivo recaudado el dueño del negocio o los administradores podrán saber con cuánto dinero disponen para la reposición de capital de trabajo para la compra o producción de nuevos productos (reposición de inventarios), y la reposición de los activos fijos, es decir el valor de la cuota o amortización de los activos fijos utilizados en la operación.
Una vez descontada las dos actividades mencionadas reposición de capital de trabajo y de activos fijos, queda como resultado el flujo de caja libre con el cual se deberá atender el servicio de la deuda (valor de la cuota de créditos bancarios) y el disponible para reparto de utilidades entre los socios o dueños de la empresa.
Entonces la respuesta deberá ser que el monto adecuado de efectivo que requiere mantener la empresa, deberá ser el equivalente al capital de trabajo, es decir el efectivo que requiere la empresa para llevar a cabo sus operaciones sin contratiempos. Aunque otra de la opciones es el de la financiación de parte de los proveedores y los bancos lo cual implica un costo financiero.
Con lo visto, podemos deducir y de una manera metafórica, que el efectivo, es el combustible que mueve a la empresa y el que permite sincronizar el resto de recursos que requiere la empresa; en efecto si se desea, por ejemplo reducir costos, el medio más adecuado es disponer de efectivo suficiente a fin de acceder a los descuentos al comprar los materiales, mercaderías y, en general, cualquier bien o servicio requerido en la operación o, mejor todavía, si la idea es de largo plazo en mejorar el “valor de la empresa”
Quiere decir entonces, que el efectivo es importante para el desarrollo empresarial, que se debe administrar de manera eficaz y que ofrece unas ventajas al manejar un efectivo adecuado.
Lo cual lo podemos clasificar dentro de los siguientes objetivos:[1]
- Reconocer la trascendente importancia del manejo adecuado del efectivo
- Proponer normas y prácticas sanas para asegurar la cantidad y calidad del efectivo.
- Gestionar de manera apropiada los excedentes y déficit de efectivo.
Importancia del efectivo en el desarrollo empresarial.
Objetivo 1.
Reconocer la trascendente importancia del manejo adecuado del efectivo
El hombre común y el empresario exigente, por igual reconocen la trascendente influencia del efectivo en las relaciones sociales y empresariales.
El hombre común, de manera constante e intuitiva, trata de obtener la mayor parte de recursos monetarios gracias al esfuerzo personal que despliega durante su vida activa, los atesora, y los administra de forma empírica, cuidando en todo instante de su conservación utilizando formas imaginativas como pagar por adelantado servicios que requerirá a futuro, adquiriendo bienes de uso y consumo, invirtiendo en activos fijos o depositando en bancos o financieras, a cambio de seguridad y rentabilidad.
El empresario exigente desarrolla y aplica métodos y técnicas más refinadas de recaudación, protección y pago que aumente su riqueza y aseguren el desarrollo sostenido del ente económico.
En el tiempo, se han aplicado y desarrollado métodos y técnicas para la obtención y uso del dinero, dando origen a la ciencia denominada finanzas; concomitante, las ciencias administrativas y contables en su ambiente, han perfeccionando sistemas apropiados de planificación, control y registro que han contribuido a asegurar la presencia, integridad, eficaz recaudación y regeneración del efectivo.
Muchos estudios han dedicado suficiente tiempo al tratamiento y creación de modelos para el adecuado manejo del efectivo, debido a la importancia de este recurso esquivo y muy cotizado.
Administración eficaz del efectivo.
Objetivo 2.
Proponer normas y prácticas sanas para asegurar la cantidad y calidad del efectivo.
El dinero, mejor conocido como efectivo, dada su naturaleza, es un recurso muy preciado y escaso, por lo que amerita ser administrado bajo estrictas medidas de seguridad y con la ayuda de técnicas y métodos probados.
“El efectivo en la empresa comprende el papel moneda y fraccionario en cualquier denominación, los cheques de bancos y los títulos negociables de alta liquidez de plazo inmediato.”
El dinero cumple tres funciones básicas:
- Es el medio de cambio apropiado y, por tanto, aceptado forzosamente en el intercambio de bienes.
- Es el parámetro de medición de precios, por lo que los bienes son valorados en función de la unidad monetaria.
- Es el medio de atesoramiento, es decir, acumulador de riqueza.
Ventajas de manejar el efectivo adecuado.
Objetivo 3.
Gestionar de manera apropiada los excedentes y déficit de efectivo.
“La cantidad justa en el momento preciso” podría ser la frase que guía la acción del efectivo.
No está distante el tiempo en que la escasez obligue a todos a efectuar enormes esfuerzos para aplicar el justo a tiempo, no sólo en la provisión de bienes, sino también en el caso del efectivo.
La cantidad o número de unidades monetarias a ser mantenidas deben ser determinadas en función de un estudio minucioso y exigente; no puede un administrador mantener un saldo de dinero ocioso, más aún si la moneda está experimentando devaluaciones o si el país enfrenta problemas inflacionarios.
Lo conveniente en estos casos debería ser:
- Reemplazar la moneda local por una moneda dura
- Reemplazar la moneda local por bienes que se revaloricen (como mercancías).
- Poner el efectivo a disposición del mercado financiero, en títulos valores, siempre que el rendimiento y el riesgo igualen o superen los índices inflacionarios o devaluación.
En este sentido, sólo deberían quedar como efectivo disponible aquellas cantidades para satisfacer los siguientes propósitos:
- Pagar los servicios básicos.
- Cubrir las cuentas pendientes con los proveedores y bancos.
- Satisfacer impuestos y contribuciones.
- Reponer la caja chica y fondos rotativos.
- Pagar oportunamente a los trabajadores y los aportes a la seguridad social
- Cubrir prepagos que aseguren el precio de bienes y servicios recurrentes.
- Atender oportunamente las obligaciones tributarias.
“El tamaño de la empresa, el número de operaciones, una política clara sobre el nivel mínimo y máximo, y la experiencia del administrador, ayudarán a precisar el monto adecuado que se debe mantener en efectivo, durante un periodo corto.”
En conclusión, el efectivo es el recurso vital para la empresa y con respecto a la la pregunta ¿cuál es el monto adecuado de efectivo que debe mantener la empresa?
Podemos responder que debe ser el equivalente al capital de trabajo, es decir el efectivo que requiere la empresa para llevar a cabo sus operaciones sin contratiempos. Aunque otra de la opciones es el de la financiación de parte de los proveedores y los bancos lo cual implica un costo financiero.
Ricardo Torres G.
Comprometido con tu éxito
[1] Fuente: Zapata Sánchez Pedro El efectivo empresarial Pág. 353 y SS. Contabilidad General Con base en las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) Edit. Mc Graw Hill Séptima Edición