Es probable que cuentes con productos y/o servicios que tengan buena acogida por parte de los consumidores o tus clientes; pero tenga presente que vivimos en un mercado dinámico y muy competido, con lo cual no te debes confiar. La competencia está pensando siempre en sacar buenos productos y a buen precio. En cualquier momento tus ventas podrían comenzar a bajar como también la imagen del negocio.
Por la amenaza que te estoy planteando te invito a la siguiente reflexión teniendo en cuenta algunos conceptos de marketing, con la premisa que el intercambio de bienes y servicios se encuentran entre el marketing y las necesidades y deseos de los consumidores.
Comienzo por enunciarte que el marketing o la mercadotecnia no puede existir sin tres elementos bien diferenciados y estos son[1]:
- Vendedores. Entre ellos se incluyen: Entidades de negocios, partidos políticos y organizaciones no lucrativas.
A este elemento también pertenecen empresas o individuos que intenten intercambiar servicios, ideas o bienes.
- Los bienes servicios o ideas que se venden.
- Los mercados potenciales. Entre ellos se encuentra no sólo el usuario final, sino también aquellos a quienes afecta lo que va a venderse o quienes participan en el proceso de la venta.
Para ampliar este último elemento el autor nos expone el siguiente ejemplo: En el caso de un museo de arte incluirá no sólo los visitantes, sino además:
Las fundaciones y corporaciones que lo subsidian.
La comunidad local a quien podrán afectar las actividades del museo.
Los artistas cuyos cuadros se exhiben en las galerías.
El marketing contribuye a la creación de cuatro utilidades o formas de utilización, de producción, de distribución, oportunidad y comodidad para el cliente.
[1] Tomado de Jeffrey L. Seglin Curso de Mercadotecnia McGraw –Hill 36 horas